Hna. Encarnación Pérez Villaespesa
PINCELADAS DEL DIARIO DE UNA LLAMADA
Granada, junio 1980
-Esperanza (monitora de Siempremar): Chicas, anímense! Mañana tenemos nuestro último encuentro de formación con la madre Carmen Pérez Y… y ya nos despedimos… de monitoras, del cole, del bachillerato…
-Encarnación: Si, yo voy. Gracias por avisar. Hay que llevar algo?
-Esperanza: Lo que quieras
-Encarnación: Está bien.
Al día siguiente durante el transcurso del encuentro final de monitoras.
-Esperanza: M. Carmen, qué es eso de misionera seglar? He escuchado hablar que ustedes tienen esa modalidad… y la verdad es que me interesa.
-Encarnación (en sus adentros): Qué ha dicho: Misionera seglar? Por qué saltó mi corazón? Qué me pasa?
-M. Carmen P.Y: Mira Esperanza, las misioneras seglares son unas chicas que se comprometen con la Congregación por dos años, a servir en alguna de nuestras misiones de América Latina. La Congregación costea los gastos del viaje y su manutención. Y la joven vive con las hermanas en una comunidad, participando de la vida de ellas y de su misión. A los dos años, la joven regresa a su casa y continúa sus estudios o trabajo…
-Esperanza: ¡Es fascinante! Me gustaría ser misionera seglar. María Dolores y yo lo hemos hablado en varias ocasiones.
-M. Carmen P.Y: Es necesario el permiso de sus padres.
-Encarnación: No sabía que existía esa posibilidad… pero la verdad es que me agrada mucho. Los fines de semana con otros amigos subimos al barrio de gitanos La Virgencica para jugar con los niños y darles clase de refuerzo, y también apoyamos la casa de acogida Jesús Abandonado. Ser misionera seglar sería hacer eso mismo los 365 días del año! Qué maravilla!
-M. Carmen P.Y: Bueno, háblenlo con sus familias y me dicen.
Después de una semana.
-Papá y mamá: Hija, hemos ido a hablar con la M. Carmen y nos ha explicado lo que es ser misionera seglar. Tienes nuestro permiso. Te puedes ir (Las lágrimas rodaban por las mejillas de ambos y me abrazaron).
-Encarnación: Gracias papá y mamá! Qué bien! Y para cuándo? Cómo? Dónde?
-Papá y mamá: Ve y habla con ella para que te explique… y no vayas a jugar!
-Encarnación: Siii!!!
Casas Nuevas (Lorca-Murcia), del 10 al 25 de julio 1980: Encuentro Vocacional
-Caty Vera: Ven Encarnación! Pronto! La Madre General quiere hablar contigo!
-Encarnación: Conmigo? Por qué? Qué pasa?
-Caty Vera: Tranquila! No tengas miedo! Seguro que se trata de tu envío de misionera seglar.
-M. Encarnación Peregrín: Mira Encarnación, quiero explicarte que ser misionera seglar significa que pertenecerás por dos años a una pequeña comunidad de nuestras hermanas de América. Compartirás con ellas todo: la oración, las tareas de la casa, la misión, las alegrías y las tristezas, el esfuerzo y la recreación… la VIDA!; Ellas serán tu familia y tú parte de ellas. Te parece? Te sientes dispuesta?
-Encarnación: Nunca he salido de casa, nunca he vivido con las monjas… pero quiero servir, ayudar un poco con lo que aprendí en los años del colegio, quiero entregarme como Jesús a otros que tienen menos que yo.
-M. Encarnación Peregrín: Ve entonces. La Congregación te recibe como misionera seglar. Irás a la comunidad del colegio del Pilar, de barinas. Ahí, Jesús y los hermanos te esperan. En este encuentro, el día 24, recibirás el crucifijo de misionera. Jesús en la cruz será tu amigo, tu apoyo, tu fortaleza y tu modelo. A Él es a quien vas a seguir. Dame un abrazo. Estoy y estamos contigo.
Caracas, septiembre 1980
María Luisa González: Bienvenida a Caracas Encarnación! Esta es nuestra comunidad y está también el colegio. Eres muy joven! No aparentas tener 18 años. Cómo hiciste el viaje? Cómo dejaste tu familia? Cómo te sientes?
Días después.
-María Luisa: Queremos proponerte que te quedes en nuestra casa hasta el 12 de octubre, pues toda la comunidad viajará a Barinas, al colegio del Pilar, para celebrar el Centenario de la Congregación. Así te irás adaptando poco a poco al clima, a las comidas, al habla… a todo. Las hermanas en estas semanas te ayudaremos a la adaptación, irás con nosotras a comprar, a hacer diligencias, a los rezos, al colegio… hasta que nos vayamos para el Llano.
-Encarnación: Me parece bien María Luisa. Gracias a todas por la acogida!
-Encarnación (coloquio interior a lo largo de las primeras semanas): Once años en el cole de Gran Capitán y nunca había visto a las monjas comer, limpiar, comprar, rezar, ni compartir sus espacios de recreación… se ven tan alegres, tan ocurrentes… parecen unas hormiguita!. Me gusta cómo viven. Disfruto ir con ellas a rezar en la Capilla. Allí hay una Niña María (la llaman Virgen Niña) y después que las monjas se van, me quedo sentada debajo de ella mirándola… parece que me quiere decir algo… pero no sé qué es.
Los mosquitos son terribles, les dicen zancudos por los grandes. A veces me agobia el calor. Me canso más que en Granada. La comida está buena… pero a veces le echan cosas raras… Me agrada estar con ellas. Hoy estuve en una clase con unas niñas. Qué alegres y alborotadas son! Cuando hablan, no entiendo todo lo que dicen… y eso que es el mismo castellano!
Lo que más me llama la atención es cuando acompaño a la M. María a la calle a hacer diligencias… es un bululú de gente para tomar el autobús, cruzar las calles… qué lío!!! Dicen que es así porque estamos en Caracas. Será pues!
Se acercan los días para ir a Barinas. Voy a extrañar a estas monjas. Me gusta todo de ellas! Será que tengo vocación de religiosa? NOOOO!!! Es que ellas han hecho que me sienta muy bien, eso es lo que me pasa. También debe ser que extraño estar con mi familia y amigos.
Barinas, 12 de octubre de 1980
-M. Teresita Medina (Superiora Delegada en Venezuela): Mira Encarnación, cómo estás? Cómo te ha ido en Caracas? Cómo te sientes?
-Encarnación: Mucho gusto en conocerla M. Teresita. En verdad me siento muy bien. Y este mes en Caracas ha sido muy rico para mí. No lo he hablado con nadie, pero quería decirle que algo me está pasando… no sé qué es, pero me he sentido tan bien entre las hermanas de Caracas, que pasó por mi corazón la pregunta de si yo también puedo ser una de ellas, una como ellas. Pero por otra parte, pienso que estoy confundida, que estaré extrañando a mi familia y a mis amistades… que eso es lo que me pasa. Pero de todos formas, quería expresárselo a usted.
-Teresita: Bueno Encarnación, no me extraña lo que me dices. Si te parece, se me ocurre que en vez de quedarte de misionera seglar en Barinas, te vengas conmigo a Mérida, que tenemos una casa de formación, y ahí hay un grupito de chicas como tú que están estudiando y discerniendo su vocación, lo que Dios quiere de cada una de ellas. Tú ahí trabajarías en un barrio muy humilde llamado Pueblo Nuevo, sería tu parte de misionera, y además participarías de la formación que damos a estas chicas… y así también tendrías la oportunidad de descubrir lo que Dios quiere de ti. Piénsalo y me dices.
-Encarnación: Mire M. Teresita, a mí me es indiferente estar en Barinas o en Mérida… no conozco nada! Y si en Mérida puedo vivir el servicio a los necesitados en ese barrio humilde, y también puedo estar con esas chicas en la formación, pues me parece bien. Me voy a con ustedes a Mérida!
Mérida, noviembre 1980
-Encarnación (coloquio interior): Cómo pasan los días! Pronto serán las fiestas de la Virgen Niña. Mélida, Liria y Soveida van a pasar al postulantado. Dicen que quieren seguir conociendo a la Congregación. Varias de las otras chicas se han ido a sus casas, y el resto no ha dicho nada de lo que van a hacer. La M. Teresita no me ha preguntado si yo quiero dar el paso al postulantado. Liria, Soveida y Mélida me animan a qué dé ese paso con ellas. Yo vine como misionera seglar… y ahora voy viendo que Dios no quiere de mí SÓLO dos años, sino la vida entera. Qué cosas tiene Dios!
Y dónde? En cuál lugar? Me agradan mucho las monjas carmelitas donde vamos a Misa todos los días. Qué bonito debe ser estar todo el tiempo en la presencia de Dios! Hay otras hermanas muy simpáticas que visitamos de vez en cuando… pero no! Si Dios me puso a estudiar toda mi vida en el colegio La Presentación de Granada, si me envió de misionera seglar con ellas… es pues con ellas donde quiere que le entregue mi vida. Si fuera de otra manera… Él lo habría hecho de otra manera. Así de simple.
Sí, voy a dar el paso de entrar en el postulantado. Voy a seguir arriesgándome y a confiar. Quizás es eso lo que tengo que hacer en la vida, arriesgarme y confiar en Dios, dejar que Él lleve las riendas de mi vida.
Y qué dirán mi s padres?... Que estoy loca!!! Ja, Ja, Ja!
Mérida, 21 de noviembre de 1980
-Encarnación: Mamá, papá! Hoy he pasado al postulantado. Me han dado una medalla de postulante. Ya soy una partecita de la Congregación. Somos un grupito … muy hermoso! Ja, ja,ja.
-Mamá y papá: Bueno hija, nosotros estamos muy contentos contigo, con que quieras ser monja. Qué podemos decirte? Cuenta con nuestro cariño y nuestro apoyo. Tus hermanos también te apoyan… aunque todos te extrañamos.
-Encarnación: Gracias a todos. Los quiero mucho! He hecho un pacto con Dios: mientras yo estoy por acá y me dedico a conocerlo, Él se ocupará de cuidarlos. Eso me tranquiliza y me da paz. Estoy muy contenta!
… Y así comenzó mi vida religiosa. N´aguará!!! Cómo dicen por acá.